Vinos

POTENCIAN ENOTURISMO EN LA REGIÓN METROPOLITANA

Por Jorge Ricci Avalos

Equipo TurismoySabores

  • Mayores y mejores alternativas apoyadas por empresarios gastronómicos y entidades como Sernatur y Corfo, buscan fomentar la cultura vitivinícola en Santiago y su entorno más inmediato. Las recientemente creadas Ruta Urbana del Vino y la marca “Maipo Valley”, son algunas de ellas.

El vino vaya que gusta. Y más aún el enoturismo. Por ello se han estado impulsando iniciativas que tienen que ver con su potenciamiento y accesibilidad. Una de ellas, es la que llevaron a cabo empresarios gastronómicos, que se han unido para formar la nueva “Ruta Urbana del Vino”.

Esta nueva Ruta Urbana del Vino es un proyecto asociativo apoyado por Corfo, y gestado por 3 dueños de restaurantes especializados. El tridente está conformado por La Vinocracia, Amadeus y La Cava de Pablo, que se encuentra prácticamente al lado de la Casa de Pablo Neruda en Isla Negra.

Uno de los aspectos más relevantes de este nuevo camino culinario es el extremo cuidado en la elección de los lugares, ya sea por su entorno o por la preocupación de la mancomunión de exquisitos sabores y presentación de su carta.

“No es la primera vez que trabajamos juntos con los demás empresarios de este rubro gastronómico e integrantes de esta Ruta, que tiene parte de su importancia por acercar una mayor cultura culinaria y por supuesto que vitivinícola ya sea al público nacional pero también al que viene de afuera. Sin olvidar que esta aventura parte en Yungay y está articulada por la Casa Museo Isla Negra”, argumenta Pablo Púrpura dueño restaurant La Cava de Pablo.

 

 

En este camino por potenciar el producto vitivinícola nacional, Sernatur también apoya y colabora como un partner estratégico para fomentar el enoturismo en la Región Metropolitana.

En Chile hay experiencias para todos los públicos y gustos. Se pueden tener experiencias de verdadera calidad, que son posibles gracias a las diferentes maneras de hacer turismo

“Chile está apostando a lo que es bueno para el extranjero y también para el chileno. Y es que la Región Metropolitana tiene características de diversidad como las hay a lo largo de todo el país. Diversidad que se puede traducir en intensidad en el sentido de que puedes tener la ciudad por capas. Por ejemplo, si lo que se quiere es probar el vino nacional, se puede tener una experiencia que puede ir desde los 2 horas hasta un par de días, explica Marilyn Masbernat, Directora de SERNATUR Región Metropolitana.

Pero esta ruta no es lo único que se ha estado haciendo en torno al vino. Hace unos días se realizó el lanzamiento oficial de la marca “Maipo Valley”, con la meta de entregar un mayor valor a la diversidad que presenta la Región Metropolitana.

Todas medidas que buscan lograr que el ciudadano común y corriente logre acercarse aún más a la cultura del vino, siendo este uno de los principales productos que tiene Chile.

“Esto nace por darle la real importancia que tiene el poder acercar el vino tanto al turista nacional como internacional. A que puedan visitar diferentes alternativas del enoturismo. Uno de los objetivos de la marca Maipo Valley, que es colaborativa y asociativa, es poder crear sinergias entre las viñas que hay y hacer tanto rutas formales como informales pero también poder tener la información y saber que está al alcance de todos”, comenta Andrea MorrisKeller, Tourism & Hospitality Manager, Viña Santa Carolina.

Todo lo anterior está avalado por las más que positivas cifras entregadas por Vinos de Chile, en esta última parte del año. Del informe se puede desglosar que el 2018 ha sido un año más positivo, inclusive más que el 2017. En octubre recién pasado se registró que el segmento de precios que más creció fue el de los vinos entre US$ 50 y 60/caja, con un 9,4% en volumen y 9,2% en valor.

El resultado de todas estas acciones es poder tener una experiencia profunda y completa. Esto tiene que ver con un toque de sofisticación que no precisamente tiene que representar un alto costo para el pasajero.

La ruta no oficial

Si de beber buen vino se trata no es necesario comprar un paquete turístico o un similar. Solo es cuestión de prestar atención en barrios gastronómicos como el sector Alonso de Córdova, Plaza Ñuñoa o el bohemio Bellavista.

Siendo más específicos, en el restaurant Polvobar de Vinos se puede degustar una nutrida carta de este elixir tanto por copas como por botellas, “sobresaliendo cepas patrimoniales como Cinsault, Carignan o Sauvignon”, explica Felipe Aldunate, Sommelier del lugar.

 

Aquí se juega mucho con los contrastes de sabores para lograr maridajes que rayan en lo excelso. Es así como se puede comenzar por un pulpo asado que puede conversar muy bien con una cepa país del Bio Bio. Todo depende del paladar de la persona. Y si el cliente no es muy entendido en la materia, no importa, puesto que en el restaurant explican con lujo y detalles aspectos como la procedencia, aroma o el color del brebaje.

Mención aparte merece la impecable atención de su personal, que conocen al dedillo la carta.

Sin embargo, más hacia el sector oriente se ubica el restaurant Bodegón, más específicamente en Nueva Costanera, donde también son dueños de una gran expertise en materia vitivinícola. En el Bodegón se pueden degustar alrededor de 600 etiquetas.

Aquí se conjugan una gran variedad de sabores por concepto de vinos –lógicamente- y su impecable cocina. Si lo que se quiere es comer bien, platos como su Fetuccini funghi porcini resulta una verdadera delicatesen como para comenzar y si se quiere acompañar de charcutería, la tabla de La Tasca es más que recomendada (Morcilla Ibérica, Salchichón Ibérico y queso Manchego).

Pero no hay que olvidar que en el centro de todo están los vinos, donde destacan vinos de alta gama pero también el cliente se puede llevar sorpresas con ejemplares exquisitos a menor costo.

 

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Jorge Ricci

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