Por equipo turismoysabores
La IV región (Coquimbo – La Serena) es sumamente diversa en cuanto a panoramas se refiere. Se tiene playa, desierto y una generosa oferta pisquera para recorrer.
En primera instancia, aquí se puede venir a disfrutar de un turismo de intereses especiales debido a las condiciones privilegiadas para la observación astronómica, siendo junto a San Pedro de Atacama uno de los espacios aéreos más favorables para ver las estrellas y algunas otras cosas afirman algunos.
Es asi como en pleno Valle de Elqui se emplaza el observatorio El Tololo que se encuentra a 80 kilómetros de La Serena y tiene 7 cúpulas, que no tienen otro objetivo que la observación astronómica.
Otra alternativa es el centro de observación Mamalluca, que se ubica en Vicuña y donde se hacen tour nocturnos para saber más del universo y sus secretos.
No está demás mencionar que llegan turistas de todas partes del mundo para deleitarse con un tour por los diferentes telescopios, donde no se puede observar, pero el recorrido es guiado y se puede conocer más sobre la fascinante astronomía.
También hay tiempo para la meditación
La Estupa aparte de ser un templo para la práctica del budismo es alternativa de recorrido si lo que se desea es internarse más al interior del Valle de Elqui. Este templo se puede encontrar específicamente en Cochiguaz, un lugar donde a su vez, hay opciones para disfrutar de la buena mesa y alojamiento.
Hasta aquí llegan cientos de turistas que buscan encontrar una paz interior y algunas respuestas.
Y si se tiene suerte se puede ver algunas de las actividades que se realizan con la presencia del monje budista.
¿Donde quedarse?
Si de variedad se trata, la oferta hotelera es amplia debido a que muy cerca de La Serena se ubica Casa Molle, que es un complejo turístico de 17 hectáreas, que tiene todo pensado para que el pasajero se sienta como en casa.
El hotel cuenta con 24 habitaciones y diversas áreas comunes como una sala de directorio, salón de eventos, anfiteatro, spa de 500 M2, cancha de golf de 9 hoyos, circulo de cuarzo, 6 tinas calientes y una piscina principal exterior, entre otros atractivos.
Casa Molle tiene además una serie de actividades como trekking o tallares de astroturismo para el turista.
Su gastronomía
Solamente en Avenida del Mar, a metros del Faro, se pueden encontrar una serie de propuestas culinarias más que atractivas. Para todos los paladares y bolsillos.
Comida italiana, peruana o sushi se puede comer en este sector, que además es reconocido por ser uno de los más bohemios de la zona.
Es asi como de tanto andar se puede encontrar en la puerta de Santorini que es un rastobar cuyo su nombre se inspira en la isla griega y que ha sido pensado en cada detalle para cautivar a un público que dispone de una amplia variedad de oferta gastronómica en la región.
El restobar es dueño de una vista privilegiada y mejor cocina, debido a que en su carta mandan los sabores mediterráneos. “La carta está elaborada a base de productos marinos y pastas, asi como también trabajamos con productos endémicos de Coquimbo como la carne de cabrito, la Papaya o el Copao y a su vez usamos bastante en la cocktelería”, comenta su dueña Constanza Fernández.
A lo que agrega que: “la propuesta es mostrar algo distinto, sabores que no se pueden encontrar en Santiago. Nuestro menú es fruto de una permanente preocupación y trabajo por encontrar esa perfecta combinación de ingredientes y sabores mediterráneos”.
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