Por equipo turismoysabores
La localidad de La Tirana en la región de Tarapacá se volvió a llenar de colores, cantos y rezos en honor a la Virgen del Carmen o la “Chinita” como le llaman sus fieles.
En esta oportunidad arribaron más de 200 peregrinos y cerca de 207 bailes religiosos incluyendo sus bandas hasta la explanada del templo de la Virgen del Tamarugal para danzar como ofrenda y pagar sus mandas. Muchos de ellos es una visita que realizan por más de 20 años.
Sus calles se llenan de público, cultura, colores e historias como la de Cristian Gálvez que llego para pagar una manda caminando ya hace 35 años “todos los años vengo aquí al portal del peregrino en esta misma fecha pero puede ser unos días después o días anteriores y vengo a pedir por mi salud debido a que tengo una enfermedad pulmonar”, cuenta el feligrés. .
No obstante, no es la única historia de sacrificio debido a que si se está lo suficiente en el pueblo se pueden feligreses que llegan desplazándose con sus cuatro extremidades puestas en el suelo como es el ejemplo de Osvaldo Roco “vengo hace 20 años y lo haré mientras la salud me lo permita y porque mi hija está pasando por un mal momento asi que yo se que ella cumple”, cuenta.
Osos, Morenos, Gitanos; Indios y diablos se dan cita en esta festividad religiosa y multicultural de La Tirana, donde si bien la protagonista es la “Chinita”, las diferentes danzas hacen lo suyo para darle vida al evento y pagar mandas en una inmensa cantidad de casos. “Yo le entregue mi hijo a la Chinita porque tuvo un accidente a los 3 meses en el que se cayó del coche por una escalera y yo le pedí a la virgen que se mejorara sin secuelas y ella me cumplió, ahora ya es segundo año que viene a bailar”, recuerda Valesca de una agrupación de baile de Morenos,
No solo historias
Caminando a los pies del templo se puede encontrar mucha gente de trabajo como camarógrafos, que inclusive ofrecen fotos instantáneas y están quienes cultivan un arte como bordadores de trajes o mascareros como es el caso de Corina Saavedra y José Luis -que son diablos sueltos- y reconocidos en la zona. “Hemos realizado diferentes trabajos de mascaras para bailes religiosos desde cero y también de restauración el cual puede demorar un mes y ya nos han pedido trabajos desde el exterior”, comenta Corina.
Su gastronomía
No solamente en Iquique se puede degustar un buen plato, sino que en La Tirana, por calle Circunvalación se puede hallar una serie de opciones de gastronomía callejera, restaurant y foodtrack como la pizzería DaNicola que se especializa en pastas artesanales y pizzas. “Comenzamos comprando una franquicia de un italiano que tiene un restaurant en Santiago porque vimos la oportunidad de negocio y nos gusta la buena mesa donde quisimos tener una carta a base de pizzas de masas a la piedra y pastas artesanales, y el concepto es que la gente puede degustar un producto de calidad y a su alcance, lo que es algo que nos llena el corazón”, comenta su dueño.
Si por estos días se va a La Tirana es probable que se pueda ver alguno que otro grupo de baile que queda rezagado pero ya habrá que esperar hasta el próximo año para poder disfrutar de sus historias y cultura.
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