Por Jorge Ricci Avalos
Fotografías: Carlos Montoya y Jorge Ricci
- Esta edición de la fiesta cervecera más grande de Chile no deja de gustar y sorprender tanto en sus variedades como cifras. El escenario fue testigo de la presencia de unas 80.000 personas en solo 6 días. 60 expositores, 250.000 litros y 400 variedades para degustar Un verdadero placer para los amantes de la cerveza.
Quien va al Oktoberfest no puede hacerlo solo una vez. El magno evento de la cerveza se desarrolla en el Centro de Eventos Munich, emplazado en la localidad de Malloco, donde año tras año años están todos invitados. Pero no se alcanzan a degustar todos los sabores y aromas. Y vaya si que hay que para todos los gustos.
Los números impresionan, y es que a la fiesta cervecera más grande del país asistieron unas 80.000 personas, que tuvieron 250.000 litros para probar, además de 400 variedades para escoger y deleitarse.
En el lugar se pudieron ver alrededor de 60 exponentes, pertenecientes a microcervecerias y productores de mayor tamaño. El foco de este año es como siempre potenciar el trabajo de autor
En la organización se muestran sumamente satisfechos por la respuesta del público este año. ”Fue una verdadera apuesta hacer el evento en menos días, hay que recordar que el año pasado se hizo en 11 jornadas. En esta oportunidad se pudo ver innovación en la elaboración, ya que cada productor tiene su propia receta para llegar al producto final. Por ejemplo, algunos utilizan saborizantes y otros se valen de fruta natural en el proceso”, explicó Helena Ríos, productora del Oktoberfest.
Artesanales, importadas, con y sin filtrar o altas en grados Muchas de ellas marcan una innovación en si mismas. Solo por nombrar algunos de los participantes se pueden mencionar a Ayewun (con exponentes como la Strong Ale 10,5 y frutos secos), L.A, Bosque Nativo (oriunda de Chiloé) y algunas ya más reconocidas como la Delirium Tremens.
Sin embargo, tampoco dejan de sorprender los accesorios como jarrones para beber y el merchandising. Dentro de este tópico destacan los jarrones artesanales para tomar cerveza y que se conocen con el nombre de Steinkrüge en alemán. “Son todos hechos y pintados a mano”, comenta Nino Muñoz, dueño de la tienda especializada Frankfurt Stil.
Ambiente colaborativo. De fiesta. Buena onda en líneas generales. Esto es válido tanto para el público como para quienes presentan sus cervezas artesanales. “Es un evento donde se respira buena onda y los que participamos como microcerveceros y exponentes nos conocemos desde hace un par de años, producto de que siempre nos encontramos en otros eventos cerveceros”, cuenta Angélica Canales, representante de las marcas LA y LA Gloria.
Año a año se puede ir viendo como evoluciona el Oktober y como se incorporan nuevos sabores y personas.
Pero si de historias particulares se trata, está la de Mauricio Zaldivia, quien es bartender, coleccionista de botellas de cerveza y además es dueño de su propia academia (Bartender Curicó) donde dicta clases y seminarios a quienes quieren aprende los secretos de esta actividad “A estas alturas tengo unas 1.489 botellas de cerveza artesanal llenas, de diferentes marcas y lugares, ninguna industrial”, asevera.
Equipo turismoysabors
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