Por Jorge Ricci Avalos
Santiago lo tiene todo. Tanto es así que hasta la Formula E decidió usar sus calles como pista de carrera. Y es que la capital se ha estado preparando a full para recibir esta competición y a los centenares de turistas que llegaran para verla.
Esto representa un verdadero desafío tanto para la industria gastronómica como hotelera. Una de las mejores capitales de Sudamérica tiene que estar a la altura. Sin embargo, hay lugares como el krossbar que están unos peldaños más adelante, destacando por su reconocida cerveza ¿quién no ha probado una Kross 5? Y por su atención.
¡Pero a lo nuestro! ¿Qué sucede si en un mismo plato se juntan almejas, choritos, pulpo y una leche de tigre de piure? Se obtiene un mariscal que puede levantar al más decaído y con un sabor que evoca frescura.
El krossbar se ha vuelto un imperdible para los santiaguinos y extranjeros que por estos días suman más de 2.5 millones los que pasan por la capital, según cifras oficiales. Pero el bar restaurant se ha centrado en una carta que ha sabido conjugar los mejores productos y sabores nacionales, incluso un sándwich (huaso italiano) cuyo “pan” es reemplazado por sopaipillas. Esas que nos cocina nuestra madre.
Hace unos días el local realizó el lanzamiento de su nueva carta que consta de 14 platos y 60 variedades de cerveza en botella, siendo que también se puede beber por copas. La carta presenta una positiva dicotomía entre innovación y algunos elementos de la cocina chilena más pura y tradicional.
Asi tal cual tenemos el sándwich regalón de la casa y muchos parroquianos como es el sandwich de lengua chacarera, unas maravillosas croqueras de pernil, los tres montaditos o la pizza chillaneja y el mariscal frío. Todos sabores demasiado frescos. Lo mejor de todo es que esta carta está confeccionada con productos cien por ciento nacionales.
Cordillera, un casco histórico envidiable y playa a menos de una hora si se quiere. Todo se puede hacer y recorrer en un par de horas pero la invitación es a pasar por el Krossbar. Un imperdible lugar de Santiago.
En el lugar, de verdad que se da el escenario ideal y es que la carta acompañe a la cerveza y no al revés.
Lo dejo como reflexión, en ¿qué ciudad del mundo se puede ver el amanecer en la cordillera, almorzar con una excelente cerveza al medio día y ver el atardecer en la playa?
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