● Las restricciones de movimiento, el distanciamiento social y el uso generalizado de mascarillas se convirtieron en norma, alterando la salud mental y física, que también incidieron en el descanso.
En el marco del “Mes del sueño” -y a propósito de los cuatro años del inicio de la pandemia en nuestro país- la Clínica Somno, especialista en el diagnóstico y tratamiento del sueño- realizó una encuesta sobre la calidad del sueño, que consideró la participación de 1.645 personas mayores de 18 años.
Uno de los principales resultados concluyó que más del 67,4% de los consultados confirmó que la calidad de su sueño empeoró desde el inicio de la pandemia, mientras que el 26% no observó variaciones y sólo un 6,3% asegura que éste mejoró.
Andrés Silva, neurólogo de la Clínica Somno, indicó que “la pandemia provocó un fuerte deterioro en la rutina de las personas.
De esta manera, afectó en la parte emocional, nutricional y también en los niveles de cansancio, que tiene relación directa con la calidad del sueño”. En tanto, el especialista afirmó que “ese pequeño porcentaje que observó un cambio positivo puede tener como factor clave la implementación de medidas como el teletrabajo, que benefició a personas que debían recorrer largas distancias todos los días”.
Tecnología y fármacos
El estudio también abordó el uso de aplicaciones móviles en los problemas de sueño. En ese sentido, los resultados mostraron una distribución equitativa: un 34,3% admitió haber aumentado su utilización desde el comienzo de la pandemia, el 33% afirmó que no hubo cambios, mientras que un 32,6% señaló un ligero aumento.
Adicionalmente, un 35,9% reconoció la ingesta de fármacos para conciliar el sueño desde el inicio de la pandemia, un 12,2% optó por productos de origen natural y el 52% de los consultados no ha utilizado ningún tipo de medicamento.
Por otro lado, en enero de 2021, el Gobierno anunció la primera Prueba de Transición. En ese momento -mediante estrictas medidas sanitarias- se implementaron diversas acciones con el objetivo gradual de regresar a la normalidad.
Luego de todos estos procesos, casi el 60% de los encuestados admitió no haber experimentado una mejora significativa en su calidad del sueño, mientras que un 33,4% afirmó sentirse igual que antes.
En relación a estos resultados, el doctor Andrés Silva explicó que “los efectos de la pandemia en la calidad del sueño son una especie de novillo que hay que desenredar. Por este motivo, es importante identificar a tiempo los trastornos del sueño para realizar un adecuado tratamiento. Paralelamente, también se hace relevante preguntarnos y analizar cómo llevamos nuestra alimentación, relaciones afectivas y el regreso a la normalidad en general, debido a todas las consecuencias que dejó el COVID-19”.
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